En ocasiones, el ritmo de la semana, los pendientes de la vida o la “necesidad” de un descanso merecido sin mover un dedo, nos nublan la vista para mirar todas las opciones que tenemos de pasar un fin de semana diferente, un día de diversión o de acercamiento con la naturaleza.
Hoy queremos mostrarte una opción cercana a la CDMX, Morelos y Taxco, divertida, llena de pelitos, garras, colmillos, plumas, alas y más; estamos seguros de que te llenarás de amor y empatía por otras especies.
Para comenzar, hay que comentar que a Zoofari puedes venir en el plan que más te acomode: sábado con tus amigos, de domingo en la tarde con toda la familia o incluso de fin de semana romántico con tu pareja <3.
Entonces, el día que más les guste, súbanse al auto y conduzcan directo a Amacuzac en Morelos, justo en el km 55 de la carretera federal Cuernavaca – Taxco se encuentra Zoofari, un centro de conservación con poco más de 60 hectáreas, dividido en 6 secciones.
Desde que encuentras en el camino las indicaciones para llegar al centro de conservación y hasta que estás en la taquilla, dentro de tu auto, casi listo para entrar, se siente la emoción y los nervios de ir a lo conocido en fotos, pero desconocido a tus sentidos.
Te abren las puertas del parque y en un parpadeo, tus pupilas se dilatan, te sale una sonrisa muy natural y estás dentro, mirando a un montón de especies animales que estás por saludar y conocer frente a frente.
Comienzan a llegar los antílopes, luego los capibaras y de repente se acercan las jirafas. A todos los tocas, los acaricias; ellos comen de tu mano, sientes su lengüita rasposita y luego se toman fotos juntos.
Conoces a las llamas, sientes su pelo áspero y te llegan las ganas de abrazarlas, porque en esta primera sección puedes hasta caminar junto a ellas.
Sigues avanzando y las sorpresas no dejan de llegar: cocodrilos, lobos, burritos y hasta los 4 grandes de África: elefantes, tigres, leones y jaguares, claro has visto la foto, te prometemos que aún así te impresionarás al ver su tamaño.
Luego de asombrarte en cada rincón, puedes descansar en el restaurante-mirador de Zoofari, una joya en lo alto de nuestro centro de conservación. Desde aquí, podrás disfrutar el delicioso sazón de Morelos, desde un molito rojo con el saborcito picante y unas tortillitas hechas a mano, hasta una jugosa cecina asada junto a un aguacate fresquito y para rematar, una paleta de hielo con la que terminarás de admirar el paisaje disfrutando la frescura del lugar.
Ya te maravillaste, ya comiste y descansaste; el último paso antes de volver, es llevar contigo un poco de Zoofari; en la sección final encontrarás lo que desees para tener siempre presente lo que significa la vida animal: un sombrero de explorador, una brújula para guiarte o alguna amuleto artesanal que se hace en Amacuzac. Y ahora sí, estás listo para volver a casa y contar la experiencia y por qué no, hasta repetirla días después porque nosotros, todos nosotros, te esperamos siempre.